La playa de Approdo di Enea se llama así porque cuenta la leyenda que Eneas pisó por primera vez suelo itálico justo en sus orillas. Es una pequeña playa ubicada en lo que fue la desembocadura de un arroyo que ya no existe, enclavada en una pequeña bahía caracterizada al sur por cuevas que contienen restos de elefantes prehistóricos y al norte por la famosa Grotta dei Cervi. El mar es azul y claro con fondos arenosos.