Establecida en el año 2000 por la región de Basilicata, la Reserva Natural de San Giuliano alberga, gracias a la presencia del lago del mismo nombre, muchas especies de aves acuáticas. En 1976 se convirtió en Oasis para la protección de la fauna y en 1989 la asociación WWF dio vida al actual oasis a través de una gestión naturalista. Un hallazgo especial ocurrió en el 2006 precisamente en estos lugares: en las inmediaciones del lago, que se extiende por unos 8 kilómetros, se encontró un esqueleto fósil de una ballena que data del Pleistoceno y posteriormente fue trasladado a uno de los laboratorios de la Superintendencia.
En esta maravillosa Reserva habitan unas 180 especies de aves, como fochas, garzas reales, garcetas, garzas blancas, silbones, milano real, cormoranes y águilas pescadoras. Entre los mamíferos, sin embargo, hay martas, nutrias y gatos monteses.