Los qanat de Palermo son una espectacular obra hidráulica que se desarrolla por debajo de toda la ciudad. La técnica del qanat fue inventada por los persas, tomada por los árabes y extendida por todo el Mediterráneo.
Este es un excelente recurso para abastecer de agua a aquellas ciudades que sufrían de un clima árido y carecían de manantiales suficientes. Son verdaderos acueductos subterráneos: estrechos túneles excavados durante decenas y decenas de kilómetros por los muqanni, los maestros árabes del agua, en la friable calcarita, una roca cuaternaria muy extendida en Palermo. Estos túneles, interceptando los acuíferos de las colinas de la Conca de Oro, transportaban el agua hasta la ciudad con una pendiente muy ligera, inferior al 0,5%. Este tipo de pendiente, de flujo constante pero lento, protegía los muros del dañino efecto erosivo.