Pequeños oasis en el Mediterráneo
Calas escondidas, pueblos reservados y sabores típicos del Mediterráneo. Rodeado por el Área Marina Protegida más grande de Europa, el archipiélago de las Egadas, en la provincia de Trapani, está formado por Favignana, la «gran mariposa» en el mar, Levanzo y Marettimo. Las tres islas son lugares seguros de desembarco para quienes quieren vivir una experiencia de viaje lejos del bullicio de la ciudad y reencontrar, en estrecho contacto con la naturaleza, ritmos relajantes y placenteros.
En Favignana, la más grande por extensión, también se puede desembarcar en coche, pero lo ideal es recorrer sus callejuelas a pie o en bicicleta, descubriendo los rincones más evocadores y llegando directamente a las maravillosas y azules calas. El alma de esta isla reside enteramente en las leyendas de los pescadores locales, a quienes aún les encanta contar a los turistas las míticas aventuras vividas en la antigua atunera de Florio, ahora utilizada como museo. Recorriendo el perímetro por mar, alquilando una embarcación tradicional o un bote neumático, se pueden admirar las costas inaccesibles de Favignana y nadar en calas fantásticas como Cala Rossa, la más famosa, Cala Azzurra, la Grotta del Genovese y la de los Sospiri. Tampoco hay que perderse la playa del Bue Marino, enclavada entre blancas paredes tobáceas.
Levanzo es un pequeño paraíso de 300 almas formado por casas blancas con ventanas azules y celestes. Aquí el protagonista indiscutible es el mar, que resplandece al besarlo el sol, es el destino perfecto para los amantes del submarinismo y la arqueología, que en estos mágicos lugares pueden redescubrir antiguos hallazgos que datan de la época romana, pinturas rupestres y grabados. Y finalmente la salvaje Marettimo, ideal para excursiones y senderismo; la naturaleza aquí es exuberante y llena de sorpresas. Uno de los senderos más bonitos es sin duda el que conduce a Punta Troia, donde una fortaleza medieval se convirtió en un castillo. Además, también se puede llegar al faro de Punta Libeccio y Monte Falcone. A algunas calas solo se puede llegar por mar, ¡y no encontrarás dificultad en ir acompañado de un amable pescador que también te hará de guía!