La Villa Rufolo, que data del siglo XIII, tiene vistas a la Catedral de Ravello. Es la joya más preciada de esta ciudad. Durante el siglo XIX, su arquitectura original, admirable síntesis del arte árabe, siciliano y normando, sufrió importantes cambios. Richard Wagner encontró aquí la inspiración para el jardín de Klingsor de su Parsifal. Los conciertos wagnerianos están dedicados a Wagner y se llevan a cabo todos los años en el jardín inferior de la villa con motivo del famoso Festival Ravello.