Matera se presenta como un pequeño cofre lleno de riquezas, joyas de valor incalculable que merece la pena descubrir nada más llegar. Habitada desde el Paleolítico, la Capital Europea de la Cultura del 2019, se desarrolla a través de los Sassi, donde se concentra el centro histórico que, sobre todo en invierno, se asemeja a un pequeño y mágico pesebre. Las atracciones más importantes son las iglesias rupestres construidas en piedra toba, como la de San Pietro Barisano, la de mayor tamaño, la de Santa Lucia alle Malve, antiguo convento benedictino, y la del Convicinio di Sant’Antonio, complejo formado por 4 lugares de culto.
Uno de los lugares emblemáticos de esta localidad es sin duda la Cripta del Pecado Original, a pocos kilómetros de los Sassi. Definida por muchos como «la Capilla Sixtina del arte rupestre», en su interior se pueden admirar los frescos de estilo lombardo-benedictino que simbolizan en la mayoría de los casos diferentes santos y, obviamente, la representación del pecado original. Dentro del hermoso palacio Pomarici se encuentra el MUSMA, el centro museístico dedicado a la escultura contemporánea. Aquí se exhiben cientos de obras, entre grabados, cerámicas y medallas, donadas a la Fundación Zétema por galeristas y artistas desde finales del siglo XIX hasta la actualidad.
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