Lampedusa

Playas doradas, destellos de azul claro que se mezclan entre el cielo y el mar, calas salvajes y naturaleza incontaminada. Todo esto y más es el último territorio de Italia: ¡Lampedusa!

¡En el Caribe del Mediterráneo!

Playas doradas, destellos de azul claro que se mezclan entre el cielo y el mar, calas salvajes y naturaleza incontaminada. Todo esto y más es el último territorio de Italia: ¡Lampedusa! Las culturas que se han sucedido a lo largo de los siglos han hecho de esta tierra un lugar verdaderamente irresistible, donde descubrir y redescubrir sus fascinantes tradiciones, que aún hoy resisten el paso del tiempo.

Lampedusa es la mayor de las islas del Archipiélago de las Pelagias. Su belleza es árida y salvaje, su mar es cristalino y sus playas son encantadoras. Algunas de sus bahías y playas son incluso patrimonio nacional y forman parte de la Reserva Natural de la Isla de Lampedusa. Famosa por sus fuertes colores mediterráneos y la presencia de tortugas Caretta Caretta es su Isola dei Conigli.

La isla, definida por Homero como el «ombligo del Mediterráneo», está situada en el centro del Canal de Sicilia, a 37 millas de la costa tunecina y a 47 de Sicilia, pero su atractivo no es sólo el mar. Su interior, de hecho, permite paseos en el verde de una vegetación mediterránea incontaminada, basta con seguir los numerosos caminos mantenidos por la Azienda Forestale y dejarse sorprender por los olores que lleva el viento o dejarse atrapar por las impresionantes vistas, mientras la mirada se pierde entre los ríos de lava bañados por el mar y va más allá del horizonte en el azul infinito.

Uno de los lugares más famosos es, sin duda, la Spiaggia dei Conigli, repetidamente galardonada como la playa más hermosa de Europa y del mundo. Aquí hay un evento verdaderamente imperdible, la eclosión de los huevos de tortuga «caretta caretta» que eligen esta maravillosa orilla de arena para anidar. Mar adentro, en cambio, es posible presenciar los espectaculares saltos de los delfines a quienes les encanta perseguir botes y jugar entre ellos. Además, en su calle principal, Via Roma, puedes encontrar varias tiendas de artesanía y bares, donde puedes tomar un aperitivo o ¡un granizado fresco!
Volver a Lampedusa se convertirá en una necesidad para todo aquel que la descubra.