La perla negra del Mediterráneo
Con su aspecto árido y salvaje, Pantelleria es un lugar de llegada íntimo y reservado para aquellos que deciden pasar sus vacaciones en busca del Mediterráneo más auténtico. Sin duda, los visitantes quedan fascinados con los Dammusi, las típicas casas de Pantelleria hechas de piedra y con un techo blanco, y las extensiones infinitas de vides de zibibbo, la vid por excelencia que se cultiva en este mágico lugar.
El origen volcánico de la isla se manifiesta energéticamente en el espléndido «Specchio di Venere«, alimentado por agua de manantial que oscila entre los 40 y 50 grados donde es posible hacerse envolturas de barro beneficiosas para la piel. De extrema belleza son la Grotta del Freddo, en el distrito de Bukkaram y la Grotta di Sataria, donde fluyen aguas termales a 40 grados.
Mar de un azul intenso, aguas cristalinas, inmersiones de valor incalculable, fondos ricos en peces, excursiones en barco y ardientes puestas de sol africanas. Pantelleria, gracias a su origen volcánico, ofrece paisajes espectaculares: costas altas que miran al mar, vertiginosos acantilados que custodian tranquilas calas de increíbles colores, misteriosas cuevas marinas de formas hechizantes que se alternan con laderas planas de roca que se degradan suavemente, permitiendo el acceso al mar incluso para niños.
Pantelleria es el destino ideal para los amantes del submarinismo y las inmersiones: las profundidades de Cala Levante y Cala Tramontana son ricas en fauna y flora marina y muy concurridas durante el verano. Además, estas dos playas también son prácticas para las familias, como lo es la de Khattibuale, en el lado este, formada por guijarros. Encontrarás un mar espectacular en Cala Cinque Denti, accesible tanto por tierra como por mar, en Arco dell’Elefante o en Laghetto delle Ondine, una encantadora piscina natural de piedra de lava.
Desde 2014, el cultivo de la viña en vaso de Pantelleria es Patrimonio Inmaterial de la Humanidad