¡Disfruta de las maravillas de Partenope!
Nápoles es un derroche de colores, vivacidad, alegría, callejuelas entrelazadas y sonrisas acogedoras; es un museo al aire libre, con su centro histórico – uno de los más grandes de Europa – lleno de iglesias, monumentos, claustros y atracciones. La antigua Partenope con el paseo marítimo libre de tráfico, desde donde es posible observar el perfil sinuoso del Vesubio y el Castel dell’Ovo, es un jardín siempre con flores de maravillas. La Basílica de Santa Chiara con su hermoso claustro de mayólica, el imponente Maschio Angioino, símbolo de la ciudad y residencia de Alfonso V de Aragón, el Museo Arqueológico con su preciosa Colección Farnesio y la Capilla de Sansevero donde se puede admirar el famoso Cristo Velado y las otras obras encargadas por el Príncipe Raimondo di Sangro ¡son solo algunos de los sitios culturales que no debes perderse si visitas esta ciudad!
El centro histórico de Nápoles es Patrimonio de la Humanidad de la Unesco desde 1997
Pero Nápoles es también San Gregorio Armeno, la «calle de los pastores», donde pululan durante todo el año talleres de artesanos: de sus hornos salen las famosas estatuillas de la tradición católica pero también esculturas en miniatura de personajes de televisión, cantantes, futbolistas y ¡políticos! A pocos pasos de San Gregorio se encuentra la otra Nápoles, inédita y fascinante. Hablamos de la Nápoles Subterránea, donde descubrirás la ruta militar y el refugio, el acueducto y el depósito judicial de vespas y automóviles. A continuación, quedarás cautivado por el aroma embriagador de la pizza, el babà y las fogliatelle, y por el imperdible «cuoppo» frito; si te detienes en estos lugares, olvídate de la dieta y disfruta de la excelente cocina de Campania, conocida por sus sabores intensos y genuinos!
Desde el 2017, el arte del pizzero napolitano es Patrimonio Inmaterial de la Humanidad
Otra joya de la ciudad es la línea 1 del Metro, y en concreto la parada «Toledo», galardonada como la estación de metro más bonita de Europa. Y como escribió Stendhal: «Me voy. No olvidaré ni la via Toledo ni todos los demás distritos de Nápoles; a mis ojos es, sin ninguna comparación, la ciudad más hermosa del universo»