El pizzero de casa Prisco, el joven y apasionado Antonio, después de aprender el arte y los secretos de la pizza de Raffaele Condurro (hijo del «Michele» más famoso de la ciudad de Nápoles) decidió ampliar la oferta gastronómica del agroturismo familiar proponiendo grandes ¡pizzas! Variaciones pocas pero sencillas y sabrosas, todas de la escuela napolitana: margherita, salchicha y brócoli, marinara y diavola. Además, te aconsejamos degustar la «pisciottana», con anchoas de Menaica, el relleno frito de tocino y requesón y el exquisito panzarotti con cacioricotta (requesón) de cabra.