El Parque del Etna fue el primer espacio natural de Sicilia en ser protegido, en 1987, por un Decreto del Presidente de la República. Sus 59.000 hectáreas rodean el volcán activo más alto de Europa, el Etna, que es destino durante todo el año de miles de turistas, aficionados al senderismo y amantes de la naturaleza.
Este territorio se ha dividido en 4 zonas: la reserva integral, donde el hombre interviene de manera limitada, la reserva general, donde se desarrollan actividades económicas tradicionales como la agricultura, y las zonas «C» y «D» que son más antrópicas aunque el crecimiento va de la mano de una filosofía dedicada al respeto por el medio ambiente y el paisaje. El foco principal del parque es claramente el Monte Etna, que se caracteriza por un área de unos 1260 kilómetros cuadrados. Insertado por la Unesco en 2013 en la lista de bienes «Patrimonio de la Humanidad», se cultiva hasta mil metros sobre el nivel del mar y está muy urbanizado en los lados sur y este; al oeste es estéril y se caracteriza por las “Sciare” que son las lenguas de tierra cubiertas por la lava volcánica. Hacia el norte encontramos maravillosos bosques donde disfrutar de largos paseos.
Pero en el parque también hay otras perlas que no te puedes perder. Las más de 200 cuevas, cuevas, por ejemplo, son puntos de increíble belleza conocidos desde la antigüedad y utilizados como espacios sagrados o de enterramiento, o como «depósitos» para almacenar nieve. Entre las más evocadoras podemos mencionar la cueva de los Tres Niveles, la Palombe, la Gelo, la Ladroni y la Lamponi. Las Gargantas de Alcantara, que se extienden entre el Etna y las montañas Peloritani y Nebrodi, son ideales para una excursión a la naturaleza más salvaje. La profunda y larga grieta por donde discurre el río Alcántara está rodeada de una espesa y exuberante vegetación.
Otro lugar de interés es el Valle de Bove, generado hace 8000 años por un derrumbe del Etna y un paraíso de abedules. Aquí encontamos numerosas coladas de lava emitidas por el volcán, que también han dado paso a una fauna y flora típicamente mediterránea. Y de nuevo las Montañas Silvestri, conos eruptivos que se formaron con la erupción de 1892 y se ubicaron en una «bottoniera», una típica fractura radial. El cono principal y el cono menor son atravesados por la carretera provincial 92 que conduce a Rifugio Sapienza, uno de los puntos más turísticos del volcán y base de la estación de esquí «Etna Sud» donde también se encuentran los remontes.